Mantas de franela , con su fina pelusa, excelente retención de calidez y un toque cómodo, se han convertido en un producto imprescindible para muchas familias en invierno. Sin embargo, para mantener las mantas de franela en las mejores condiciones, la limpieza y el mantenimiento diarios son esenciales.
En primer lugar, una comprensión profunda de las propiedades materiales de las mantas de franela es la base para la limpieza. Las mantas de franela generalmente están hechas de lana, algodón o fibras sintéticas (como fibras de poliéster), cada una de las cuales tiene requisitos de limpieza únicos. Las mantas de franela de lana, debido a sus propiedades naturales, deben evitar altas temperaturas y una fuerte fricción para evitar daños y contracción de fibra; Las mantas de franela de algodón son relativamente lavables, pero aún se deben evitar los detergentes alcalinos fuertes o fuertes para evitar dañar la estructura de la fibra; Las mantas de franela de fibra sintética, como las fibras de poliéster, tienen una fuerte resistencia al desgaste y una resistencia a las arrugas, pero cuando se limpia, también debe prestar atención a la temperatura moderada del agua para evitar un exceso excesivo que hace que la pelusa se caiga.
En el proceso de limpieza diario, las siguientes precauciones profesionales deben prestarse especial atención a:
El pretratamiento antes de la limpieza es esencial. Para manchas menores, como café, manchas de té o residuos de alimentos, se recomienda limpiar suavemente con un paño húmedo limpio inmediatamente para evitar que las manchas penetren en la fibra. Si la mancha es difícil de eliminar, puede usar un detergente neutro o un limpiador de franela especial, aplicarla suavemente a la mancha y luego limpiarla con un paño húmedo. Cuando pretrates, asegúrese de evitar el uso de lejía, detergentes alcalinos fuertes o detergentes que contienen partículas abrasivas para evitar dañar la estructura de la fibra.
El método de lavado correcto no debe ignorarse. El método de lavado de las mantas de franela debe seleccionarse de manera flexible de acuerdo con el material y el grado de manchas. Para mantas ligeramente sucias, se recomienda usar el lavado de manos. Use agua tibia para disolver el detergente neutro, remoje la manta durante unos minutos y frote suavemente. Evite usar un cepillo o objetos duros para rayarlo para evitar el desprendimiento de pelusa. Si elige lavar a máquina, use un programa de lavado suave y evite las funciones de agua y secado a alta temperatura para evitar la contracción o el daño de la fibra. Al mismo tiempo, para reducir el daño a la superficie de la manta causado por la fricción mecánica, se recomienda colocar la manta de franela en una bolsa de lavandería.
El tratamiento posterior al lavado es igualmente importante. Después del lavado, debe enjuagarse a fondo con agua limpia para evitar residuos de detergente. Luego, exprima suavemente la manta para dejar que el exceso de agua fluya y evite retorcerse o tirar con fuerza para evitar el daño de la fibra. Finalmente, coloque la manta de franela plana en un lugar ventilado para secarse naturalmente, evitando la luz solar directa para evitar el decoloración y la deformación. Después de secar, puedes darle una palmada suavemente a la manta para restaurar la sensación esponjosa.
Para el tratamiento de manchas especiales, como manchas de aceite, manchas de sangre o manchas de tinta, se recomienda buscar servicios profesionales de limpieza en seco para evitar la propagación de manchas o daños en la fibra debido al autotratamiento inadecuado. Las tintorerías profesionales están equipadas con agentes y equipos de limpieza profesionales para diferentes materiales y manchas, que pueden eliminar las manchas de manera más efectiva mientras protegen la estructura de la fibra y el color de la superficie de la manta.